Así amaneció mi día hoy... ¡Más bello imposible!

Foto por Karen Ayala ©

 

Escrito por Alberto Véliz| 09-Feb-2022

En estos días de vacaciones, me estoy preparando para visitar los lugares más fascinantes y atractivos de Guatemala. He recibido muchas recomendaciones acerca de los sitios que debo conocer durante mi estancia en este bello país y he decidido incluir dentro de mi plan de viajes, recorrer el lago de Atitlán y sus alrededores.

Me preparo entonces para programar mi recorrido y visitar este hermoso lago, he consultado con mi agente de viajes e Internet y he encontrado en la mayoría de las referencias, que un poblado situado a orillas del lago, llamado Panajachel, se posiciona como el lugar por excelencia para iniciar esta fascinante aventura.


Me informan las referencias que he consultado, que Panajachel es un pequeño municipio que pertenece al Departamento de Sololá, este singular poblado es conocido popularmente con el nombre de “Pana” y es reconocido por su amplia oferta de industria turística y vida nocturna. Así mismo, me he enterado que para llegar a este lugar, debo transportarme al altiplano occidental del país, utilizando auto de alquiler o propio, o bien, buses públicos. Partiendo desde la ciudad de Guatemala, deberé recorrer aproximadamente 150 kilómetros por la carretera interamericana (CA-1).

He dispuesto salir al medio día y durante casi todo el recorrido, desde las afueras de la ciudad capital hasta Pana, he gozado de un agradable clima templado y me he deleitado contemplando, los extensos, frondosos y verdes paisajes. Justo antes de llegar a Pana, he podido apreciar desde uno de los varios miradores situados a orillas de la carretera, la belleza incomparable del lago de Atitlán.


Después de aproximadamente tres horas de camino, en la tarde de este día, he llegado a Panajachel. Tuve una excelente experiencia al seleccionar mi lugar de alojamiento, pues tanto Pana como los pueblos situados alrededor del lago, ofrecen una amplia variedad de cómodos hospedajes, los cuales van desde modestos hostales, hasta hoteles únicos y espléndidas casas de alquiler. Muchos de estos magníficos recintos, cuentan con una vista privilegiada hacia el lago de Atitlán.

Me he hospedado en un hermoso hotel situado a orillas del lago y a la vez que me dispongo a disfrutar de sus instalaciones, me preparo para iniciar desde muy temprano, de una incomparable travesía alrededor del lago de Atitlán y disfrutar de un maravilloso día, y muchos más que me esperan durante mi estancia.

Me he despertado muy temprano y mi día amaneció, disfrutando de una relajante y refrescante brisa proveniente del lago y contemplando desde el jardín del hotel, un incomparable e impresionante paisaje conformado por los radiantes tonos de azul de las aguas, exquisitamente combinados con el despejado y majestuoso índigo del cielo. Este sobrio amalgama y sus tonalidades, se reflejan armoniosamente sobre ‘Los Tres Gigantes Volcanes’ y los majestuosos cerros que se sitúan alrededor del lago.

¡Mas bello, imposible!


Después de contemplar esta invaluable joya natural y única en el mundo, me dispongo a adentrarme en este hermoso manto acuífero de origen volcánico. He rentado una lancha local para pasear por estas profundas y apacibles aguas.

En estos días, tendré la experiencia única de visitar y conocer algunos de los más de diez pintorescos y tradicionales pueblitos que se ubican estratégicamente a orillas del lago de Atitlán.


Durante mi estancia en este lugar, he visitado algunos de los pueblitos que rodean este magnífico lago. He conocido sobre su cultura y tradiciones ancestrales. Además, he tenido la oportunidad de disfrutar sus singulares y atractivos destinos turísticos. Cada uno, con una belleza y esplendor que lo hacen único, desde impresionantes paisajes y reservas naturales, espléndidas artesanías, textiles y pinturas, hasta altas y escarpadas montañas:

• San Antonio Palopó: La arquitectura de la iglesia colonial es muy atractiva, las terrazas de los restaurantes y hoteles brindan una perspectiva diferente del lago. Además, las artesanías y el colorido de los trajes regionales son únicos en conjunto con su cerámica.

• San Juan La Laguna: Es un lugar muy tranquilo, la oferta de alojamiento en las casas de esta comunidad propicia el intercambio de tradiciones y aprendizaje de la forma de vida y cultura Tz’utujil.

• San Lucas Tolimán: Podrás visitar huertos orgánicos y admirar los hermosos volcanes Tolimán y Atitlán que rodean el lago.

• San Marcos La Laguna: Es un sitio donde predomina la naturaleza y el bosque. Se caracteriza por su tranquilidad y es ideal para relajarte, hacer yoga y meditar.

• San Pedro La Laguna: De atmósfera propicia para celebrar. Su vida nocturna y su ambiente festivo son excelentes.

• Santa Catarina Palopó: Pueblo muy pintoresco y colorido en sus construcciones que ofrece hermosas vistas panorámicas y bellos textiles.

• San Pablo La Laguna: La hermosa playa a orillas del lago, el claro color del agua y la elegancia de su iglesia, son disfrutados por muchos visitantes.

• Santa Clara La Laguna: Ideal para practicar deportes acuáticos y el senderismo. La vista al lago desde el Mirador del Rostro Maya deja sin aliento.

• Santa Cruz La Laguna: Te esperan hermosos paisajes y reservas naturales. Además, encontrarás en este tranquilo poblado, artesanías únicas en la región.

• Santiago Atitlán: Es un pueblo muy colorido que se destaca por las espectaculares pinturas, hechas por artesanos locales y la devoción a Maximón (Rijlaj Mam).

Existen muchos más pueblos por conocer, pero no me ha dado tiempo de visitarlos todos. Debo tomarme más días de lo planeado, vale la pena visitar todos estos pueblecitos alrededor del lago, pues ofrecen al visitante una gran cantidad de actividades de toda índole, desde apacibles caminatas, hasta actividades en kayak a orillas del lago y escaladas extremas, rodeadas de un agradable ambiente natural.


Estos días han sido simplemente, ¡¡Maravillosos!!... La visita al lago de Atitlán y el recorrido por sus alrededores ha sido espectacular. Sobre todo, porque tuve la oportunidad de finalizar cada uno de estos días, contemplando y admirando el hermoso, irrepetible y colorido atardecer, entre nubes, volcanes y agua.

¡Más bello imposible!